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                Solidaridad histórica
Viernes, 31 de Octubre 2025, 12:29h
Tiempo de lectura: 2 min
La lengua de agua, de kilómetros de longitud, arrasó campos, casetas, barracas y vegas enteras; destrozó cosechas y acequias. Se desbocaron el Segura, el Mula, el Mundo, el Reguerón. Se anegaron los pueblos uno tras otro. Repicaron las campanas de la catedral y de todas las parroquias y conventos en medio de la oscuridad: no había luz, se había inundado también la fábrica de gas.
No resistió el malecón, y la tromba penetró en la ciudad de Murcia inundando barrios, calles, plazas, la cárcel, el hospital y los colegios. Hasta diez metros y medio subieron las aguas en algunas zonas. Y lo más grave: murieron casi mil personas, solo 761 en Murcia capital; perecieron también casi 23.000 animales. Más de 7000 familias quedaron en la miseria.
 
                Esto sucedió el 15 de octubre de 1879 y se conoce como la Riada de Santa Teresa. Fue una tragedia colosal que tuvo eco internacional. En diciembre se publicó Paris-Murcie, un periódico editado en París «publicado en beneficio de las víctimas de las inundaciones de España», un número único auspiciado por la reina Isabel II, que entonces vivía exiliada en Francia, promovido por el Comité de la Prensa Francesa y con colaboradores muy notables.
 
                Escriben plumas de renombre como Alejandro Dumas, quien recuerda en su texto que «en España he pasado algunos de los días más felices de mi vida». Victor Hugo, en su artículo La fraternidad, sostiene: «España herida, Francia sangra. El golpe que azota Murcia alcanza a París. París es la capital del mundo y todo el dolor del mundo es un dolor de París». Émile Zola titula El dolor su texto en el que proclama que «la paz del mundo se alcanza con caridad si los hombres pudieran curar entre ellos las heridas que se hacen ellos mismos». Y recuerda cómo le impactó un incendio de su infancia que achicharró un barrio entero.
 
                Giuseppe Garibaldi, el héroe de la unificación italiana, se suma a la solidaridad con Murcia y escribe: «España es hermana de Italia» y habla de «sangre de nuestra sangre». Colaboran también otros nombres ilustres como la cantante de ópera Adelina Patti, la actriz Sarah Bernhardt, el compositor Jacques Offenbach, el escritor Alphonse Daudet, el político Louis Blanc…
 
                Fue un despliegue de solidaridad de gente importante. La portada es un grabado de Gustave Doré. También regalaron sus dibujos Federico Madrazo y Henri Fantin-Latour, entre otros. Rubrican su apoyo a las víctimas reyes y príncipes; entre ellos, el de España, Alfonso XII, que visitó Murcia cinco días después de las inundaciones. Se suman los monarcas de Bélgica y de Portugal, el papa León XIII, príncipes, políticos, militares y personalidades como Ferdinand de Lesseps.
Paris-Murcie, el periódico solidario francés, recaudó —junto con otras iniciativas impulsadas por Isabel II desde Francia—, 43 millones de pesetas. Un dineral.