7.000 libros y un bibliotecario

J. F..-

El vestuario de la UD Almería se sale en muchos aspectos del arquetipo del mundo del fútbol. Salvo contadas excepciones, que de todo tiene que haber, el plantel rojiblanco se ha caracterizado en los últimos años por salirse de los tópicos y por tener en la cultura una de sus señas de identidad. Quizás sea uno de los éxitos del colectivo el que haya un gran número de jugadores que tengan otras inquietudes que las del fútbol y las de 'quemar la vida'.

En las concentraciones siempre es un buen momento para saber por dónde va cada uno. Qué estilo de vida le suele gustar o en qué aprovecha el tiempo libre. En un rápido sondeo, antes de que el equipo partiese a la concentración que están llevando a cabo desde la tarde de ayer en La Manga Club, en las distintas maletas hay varios denominadores comunes. A los iPod -llenos de música- y a los ordenadores hay unirles una gran cantidad de libros. En 10 días hay tiempo para el descanso entre entrenamiento y partido y la lectura, por lo que parece, es un buen motivo de relajación.

Máximo exponente

Y si el vestuario de la UD ya era así, este ejercicio ha llegado el que se podría considerar como uno de los exponentes de su máxima expresión. No en vano, en su Argentina natal le conocen como el 'Bibliotecario'. El apodo es de Diego Valeri. El 'cerebro' lo explica. «Me gusta mucho leer. Me identificaron con la lectura y me pusieron el apodo». Para La Manga Club no va a ser menos que en su maleta vayan libros. «Me llevo varios para leer estos días».

Consideraba el argentino una simple «casualidad» que hubiese un vestuario tan culto. Lo que sí espera es poner todos esos conocimientos «al servicio del colectivo y de un buen rendimiento para el equipo. Si no, de nada serviría».

En estos días tendrá tiempo para hablar con Juanma Lillo. Después de saber que el técnico tiene una colección de 7.000 libros, Valeri espera poder mantener una conversación con su nuevo técnico sobre cultura y que lo asesore en materia literaria. Ya han hablado de fútbol. El tolosarra le ha marcado ya algunos aspectos que desea de su juego. Aunque, como bien reconoció el ex jugador de Lanús, lo que el preparador espera es que demuestre «amor y pasión por el fútbol». Ahora toca una nueva conversación. El centrocampista argentino se la pide de manera pública. «Si me presta uno para leerlo, lo haría con mucho gusto», declaraba Valeri.

Con su guitarra

Pero Valeri demuestra que le gustan las inquietudes culturales. No sólo es un apasionado de la lectura. Desde hace cuatro años aprende a tocar la guitarra. Siempre va con ella y, para desplazarse a La Manga Club, no iba a ser menos. Él mismo reconoce sus limitaciones. «Nunca podré tocarla como un español», dice. Pero se defiende sin tener un estilo musical por encima del resto.

Junto a su maleta en la que portaba diversos libros y un portátil -algo habitual en el resto de componentes de la UD-, Valeri llegó al Estadio de los Juegos Mediterráneos con la guitarra colgada. Sus compañeros, en especial los argentinos, podrán tomarse un mate mientras que el 'bibliotecario' cambia los libros por la música. Las horas que pasarán de descanso para recuperarse de los entrenamientos que le tienen preparados los miembros del cuerpo técnico tendrán, en esta concentración, un toque de melodía. La que pondrá Diego Valeri. En la UD confían que, a partir del 29 de agosto, la ponga en la Liga BBVA.