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Desatarse. La UD Almería quiere soltar amarras en Córdoba y certificar la permanencia. J.J.A.
Derrota de la UDA en Córdoba
UD Almería

Derrota de la UDA en Córdoba

Un Almería diferente, con capacidad de asumir situaciones límite, quiere cerrar la permanencia en Segunda División ante un Córdoba que resiste

JUANJO AGUILERA

ALMERÍA

Domingo, 20 de mayo 2018, 03:06

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La resiliencia es la capacidad de hacer frente a las adversidades de la vida, transformar el dolor en fuerza motora para superarse y salir fortalecido de esas contrariedades. La resistencia es la capacidad para adaptarse con facilidad a las diversas circunstancias o para acomodar las normas a las distintas situaciones o necesidades, sin más. Solo dos letras las diferencian, pero resistencia y resiliencia, aunque parezcan lo mismo y se parezcan como los partidos disputados anteriormente ante Barça B, Tenerife o Granada y el de hoy en Córdoba.

Hay diferencias. El Almería de antes de esas citas era un equipo resistente al que le faltaba sustituir la 'st' del centro de la palabra por la 'li'. Ahora parece que lo ha hecho y el dolor, la adversidad, ha dado pie a un equipo rocoso como lo demuestra el hecho de haber dejado atrás esa incapacidad manifiesta de la que hizo gala durante ocho jornadas a este que ahora acumula tres semanas sin encajar y sumando puntos y victorias para, si hoy gana, reservar la plaza para seguir siendo un equipo de la Liga de Fútbol Profesional la próxima temporada.

Pelea permanente

De todas formas, el partido de hoy implica ser resistente, porque el Córdoba promete pelea. Tendrá un campo casi lleno de fieles seguidores empujando a los suyos hacia la portería rival y tratando de sujetar a los rojiblancos. El equipo de Sandoval resiste. También ha conseguido hacer frente a las adversidades para transformar el dolor en 'hormonas de crecimiento' que le posibilitan salir del descenso si gana, pero sin posibilidad de tener 'resbalones'. Si lo hace, en un partido en el que jugará frente a once rivales y la necesidad -mal compañero de fatigas, a veces- puede ser su sentencia.

La UD Almería no va a hacer daño porque sea el Córdoba, sino porque también lo necesita y, en este tramo tan determinante, ha respondido con creces para casi ponerse a la cabeza de quienes quieren quedarse en Segunda División un año más. Sus siete puntos sobre nueve contrastan con siete triunfos sobre doce partidos del cuadro blanquiverde, con tres derrotas que han hecho daño, más allá de los rivales -la de Cultural por ser un duelo directo, la encajada frente al Huesca porque fue un querer y no poder-. Sin embargo, ganar la pasada semana en Vallecas es triunfo de dobles lecturas. Una, que está vivo, la otra que en esta Liga lo de fiarse no hay que hacerlo ni de la propia sombra.

El caso es que el Almería viaja con la ilusión, que, aunque a veces te la 'quiten de un golpe', suele 'atar menos' que la necesidad, porque a la UDA le quedarán más opciones para conseguir el objetivo, cosa que sí puede perder el Córdoba, más allá de las matemáticas. El objetivo, por tanto, es posible para el conjunto rojiblanco si mantiene la sobriedad mostrada hasta ahora de la mano de Fran Fernández y el trabajo psicológico de Javi Fernández, aspectos que permiten creer. Ha utilizado la paciencia para conseguir buenos resultados y hasta para ganar. Lo ha hecho frente a Barça B y Granada y pudo hacerlo en Tenerife.

A ese estilo, más allá del posicionamiento -Juanma Lillo decía que el posicionamiento solo valía para situarse antes de efectuar el saque de centro-, debe ser fiel un equipo que tendrá sobre el campo a parte de los que lo hicieron en la última cita frente al Granada. Recuperados jugadores como Marco Motta -la sombra de Machís el domingo pasado- o Rubén Alcaraz -otra pieza clave-, Fran Fernández seguro que sorprende con su once, pero con ambos sobre el terreno de juego. El primero aporta solidez a la zaga y el segundo la magia e imaginación de un jugador que ha gozado en Almería de los minutos que no tuvo en su club propietario. Y puede que con pocas variaciones con respecto al resto, si bien hubo siempre un elemento diferenciador de Barcelona a Tenerife y de Tenerife a Granada.

Casi los mismos

Fran Fernández puede volver a jugar con los mismos cuatro atrás, por delante de un René Román que no ofrece dudas y que, jornada tras jornada, interviene lo justo para sujetar al resto del equipo. En los últimos partidos ha 'actuado' menos gracias a la solidez que en defensa muestra un equipo que tiene en las bandas al citado Marco Motta y a un Pervis Estupiñán que ha ganado en 'compostura' atrás, que se añade a su trabajo en las subidas al ataque, con Joaquín Fernández y Trujillo, por el centro.

Sulayman y Rubén Alcaraz aparecerán por el centro del campo, aunque también Tino Costa podría ser de la partida, si bien el dibujo tipo de Fran Fernández es el habitual 1-4-2-3-1. Sin el argentino, que jugó los últimos 20 minutos frente al Granada, lo normal es que Pozo juegue como enganche, con esa libertad de movimientos que le 'asigna' su calidad, con Nano por la izquierda y un Fidel recuperado para la 'causa' por la derecha, con Juan Muñoz arriba. Los goles del utrerano de la pasada semana son 'carta blanca' para seguir siendo titular esta tarde en el que debe ser el último partido antes de disfrutar. Si no se logra, habrá más citas.

Confiado

El Córdoba ve la salida del túnel tras ganar en Vallecas y llega a la cita de hoy con todos sus jugadores disponibles, incluido Edu Ramos, que no pudo estar por sanción en Vallecas. Sandoval convoca a los 19 que pueden jugar, incluidos Aguado y Eneko, del filial, por lo que deberá hacer un descarte hoy. En cuanto al once, sí parece claro que será diferente del que jugó frente al Rayo, toda vez que allí lo hizo con tres centrales, como también sucedió en León. Lo normal es que vuelva a jugar con dos centrales, siendo el exrojiblanco Álex Quintanilla el sacrificado. El técnico madrileño, que sólo tiene las bajas de Javi Lara y Alejandro Alfaro que ya se integraron con el grupo, podría meter al colombiano Juanjo Narváez en la media punta.

El Córdoba llega a la cita de hoy en casa dispuesto a recuperar la racha truncada por la visita del Huesca. Lo cierto es que ganó, hasta ese día, cinco partidos, con un empate. Este no le servirá hoy. Está obligado a ganar si pretende salir del descenso ante un Almería que pretende lo mismo para cerrar la temporada sonriendo.

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