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Durísima entrada de Fran No sobre Gaspar, que creó peligro por banda izquierda.
Zurdazo para seguir soñando
ALMERÍA B

Zurdazo para seguir soñando

El Almería B responde a la experiencia con un golazo de Chema que hunde al Langreo

JUANJO AGUILERA

Lunes, 29 de mayo 2017, 01:08

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La gloria es, en fútbol, adquirir vida para seguir 'sufriendo' y ojalá que subiendo peldaños. El Almería B dio ayer un paso más en su intento de retornar a Segunda División B cuando acabe el mes de junio. Si lo consigue será sufriendo, como lo hizo frente a una UP Langreo que prometió, tras perder en la ida en el Nuevo Ganzábal, un partido incómodo en el Estadio de los Juegos Mediterráneos y así fue. El equipo de Hernán Pérez propuso su fútbol, instauró los nervios en el filial a medida que pasaban los minutos y el gol local no llegaba. Apareció la calidad de Pablo Acebal para, de un gran disparo, aumentar la necesidad de los de Fran Fernández, cada vez más atenazados por los nervios y lo que en Langreo se escenificó, lo del 'otro fútbol'.

Este, cuando un árbitro lo permite, provoca la imagen de ayer. Un Langreo dispuesto a tener el balón, pero a no jugar. Extremó la dureza, pero no amedrentó a los rojiblancos, que entraron al 'trapo', pero sin que los nervios les atenazaran. Cuando a Sillero se le agotaron las ideas -apenas si le llegó el balón-, al técnico rojiblanco le surgieron las suyas -siempre las tuvo- para, con dos cambios oportunos, ganarle la mano a su rival. Con Chupi, primero, y con Chema, después, bandeó el partido y un zapatazo de Chema, en el 80, encendió la mecha de la alegría. El Langreo pidió entonces que no se perdiera el tiempo que había desperdiciado cuando ganaba. El Almería B 'hizo oídos sordos' y no dejó jugar, miró el reloj, se quedó con el balón y con el billete para seguir soñando.

El peso de la responsabilidad

La UP Langreo comenzó tratando de tener el balón y acosar la portería del Almería B. Así, a los dos minutos dispuso de un primer disparo firmado por Pablo Acebal que se marchó fuera por poco. Pero poco a poco fue perdiendo el control, que pasó a manos del filial, que comenzó a buscar la meta defendida por Andrián Torres. En el 13, el equipo de Fran Fernández llegó como consecuencia de un balón colgado al área al que se anticipó el cancerbero cuando Navas entraba desde atrás. Además, en el 16, Sillero tuvo la ocasión de marcar, en un mano a mano con Andrián Torres, pero se adelantó demasiado el balón.

El Langreo no tomaba demasiadas alegrías en ataque. Permanecía plantado en defensa a la espera de algún descuido del filial, con vocación más ofensiva, con Gaspar haciendo de las suyas por banda izquierda. Pero una falta en la frontal del área rojiblanca sirvió para que se desvaneciera la ventaja que el filial había conseguido en el Nuevo Ganzábal. La falta, en la frontal, la tocó Damián para Pablo Acebal que la mandó, de un gran zapatazo, a la escuadra izquierda de la meta defendida por Albert Batalla.

El gol dio tranquilidad al cuadro de Hernán Pérez, que se mantuvo sólido en defensa, con dos líneas de cuatro bien plantadas, mientras los de Fran Fernández carecían de acierto en el último pase, sin capacidad para aprovechar alguna de las llegadas de que dispusieron. En el 34, una acción por la derecha acabó con centro de Sillero al que se anticipó Fran No cuando Segura se preparaba para igualar el partido, que se jugaba según el guión propuesto por el conjunto langreano, dedicado ya a contemporizar, a la par que el Almería B se comportaba con demasiado nerviosismo.

Sin acierto

El filial salió dispuesto a empatar el partido en la segunda parte y Gaspar Panadero hizo una gran jugada por banda izquierda, en la que se dejó atrás a tres defensas, pero no acertó en el disparo final, cuando se cumplía el minuto 52. El Langreo, que controlaba el partido, lo intentó a la contra un minuto después, pero el disparo de Omar, tras centro de Nacho Calvillo, fue tocado por Iván Martos para irse a saque de esquina.

El partido estaba 'parado'. El Langreo imponía su criterio ante un filial impreciso y sin recursos. En el 76, en una mala cesión de Antonio Navas a Albert Batalla, Pablo Acebal, se anticipó y el cancerbero rojiblanco metió una mano prodigiosa para evitar que la vaselina llegara a su destino.

La misma moneda

Fran Fernández trató de oxigenar la delantera. Había entrado Chupi por Pérez y sentó a Sillero, al que no le llegaba el balón, para buscar velocidad desde atrás con Chema arriba. El extremo del filial rojiblanco aprovechó la primera que tuvo para hacer un golazo y cambiar las malas sensaciones. Era el minuto 80 y lograba poner la firma a una jugada espectacular de control de balón, entrando desde la banda derecha, controlando con la zurda, para buscar la escuadra de un zapatazo que puso las tablas y dejó destrozado a un Langreo que intentó usar el balón para acercarse al área de Batalla.

El Almería B no quiso ni precisó jugar, dominó el balón, pese a la dureza de jugadores como Nacho Calvillo y Omar, y pudo sentenciar en una contra en el minuto 93, por parte de Chema, de nuevo, pero su disparo se fue al palo derecho de la meta de Adrián Torres justo antes del final de un partido que coloca a los rojiblancos en el camino para luchar por el ascenso.

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