Edición

Borrar
José Ángel Pozo, que intenta escapar de Henrique Sereno, apunta a titular para la cita de hoy.
Dura derrota en casa
UD Almería

Dura derrota en casa

La UD Almería cayó derrotada ante el Real Valladolid por 0-3

JUANJO AGUILERA

Domingo, 7 de mayo 2017, 00:24

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

La UD Almería conquistó tierra firme la pasada jornada, tras una importante victoria en el Martínez Valero de Elche, donde se adueñó de tres puntos que le hacen partir hoy con esa ventaja que los rojiblancos no quieren hacerla efímera con una derrota, conscientes de que si eso pasara será muy probable entrar de nuevo en zona de descenso. Pero clavar la bandera tiene el significado de estar preparado para el combate, es engrandecer el ego para defender, con uñas y dientes, el territorio conquistado y no acercarse más a esa situación en la que el equipo ha estado anclado durante más tiempo del necesario, aunque nunca se sabe si es más o menos, pero sí se es consciente de que este tiempo pasado o futuro habrá que dejarlo atrás, no olvidarlo, pero sólo visible por el retrovisor cuando acabe el último partido de Liga.

La tierra que pisa, de todas formas, está minada y el Real Valladolid no es el acompañante propicio para caminar hacia terreno tranquilo, con los pucelanos 'como lazarillos'. Su reto, en cierto modo remoto, se alimenta a base de triunfos que se le han negado a los de Paco Herrera en las últimas jornadas -dos victorias en los últimos cinco compromisos, de ellos uno siendo vapuleado en su última visita a Andalucía- y el de triunfar hoy es el objetivo del conjunto pucelano para la cita de esta tarde en el Estadio de los Juegos Mediterráneos.

La salvación es una bandera de combate que el Almería no quiere que quede 'invisible' por el 'humo de los cañones' de un rival que, como dijo Luis Miguel Ramis en su comparecencia del pasado viernes, muestra motivos para 'apuntalar' su reto. «Cuando un equipo está peleando por meterse en playoff es porque durante muchas fases de la temporada ha hecho las cosas bien, quizás algo irregular en las últimas jornadas o el último bloque de partidos y eso le ha hecho no estabilizarse en esa zona de playoff, pero equipo tiene para hacerlo». Un receloso mensaje de quien, consciente del comportamiento casi generalizado de los ahora jugadores suyos concediendo más de lo debido, quiere la regularidad de los 90 minutos del partido de Elche -los tres que quedaron del 91 hasta el 93 lo mismo no valen, pues en ellos volvieron a encajar para sufrir y hacer sufrir-.

Con uñas y dientes

El caso es que, con el reto que se presenta, el conjunto rojiblanco habrá que defender con uñas y dientes las conquistas que llegaron como consecuencia de las rachas -dos victorias consecutivas, la del anterior partido en casa frente al Sevilla Atlético y una en Elche-, sin olvidarse de otras anteriores en las que, por los regalos de los que hablaba el viernes Luis Miguel Ramis, se esfumaron algunas oportunidades para disfrutar de un mejor estatus en la tabla de clasificación.

Después de salir de la zona de descenso la semana pasada, llega la ocasión de empezar a 'hacerse pesado' en la zona de permanencia, aspecto este que seguramente lo agradecerá una afición que está a muerte con unos jugadores que rinden y que tienen la obligación de agradecérselo con victorias que consoliden la unión y la permanencia.

Quedarse fuera por segunda jornada consecutiva no se ha hecho demasiadas veces y lo de caer tras abandonar la zona prohibida esta temporada ha sucedido en otras ocasiones. En la segunda jornada entró por primera vez en descenso para salir de ahí a la siguiente -tras ganar al Rayo- y mantenerse hasta la sexta, en la que encadenó cinco jornadas en zona de descenso. En la undécima salió tras golear al Nàstic, pero al perder una semana después en Zaragoza cayó para encadenar tres jornadas en el peligro. La victoria ante el Elche de la primera vuelta y el empate en Valladolid le sacaron dos jornadas, pero la derrota en campo del Numancia le volvió a situar en la zona caliente, vigésimo primero. Al ganar al Mallorca salió y al perder en Miranda se hizo fijo hasta el pasado viernes, donde los tres puntos en Elche le permiten afrontar el partido de hoy fuera de la zona de descenso, pero obligado a sumar para no volver a caer.

Las armas

Lo de saber con qué armas o, más bien, con qué actores es algo que está sujeto a la particular forma de preparar los partidos por el técnico rojiblanco. Siempre hay alguna sorpresa o cambio inesperado, aunque cada vez hay más jugadores fijos en el once, que diferirá poco del que jugó en Elche. El técnico, sí es cierto, recupera a Jorge Morcillo, lo que provocará un movimiento de 'fichas' para que Joaquín regrese a su habitual posición en el centro del campo, como acompañante de un Borja Fernández que es un 'descubrimiento' para el equipo y el que parece haber tocado el botón para incentivar la actitud, con la obligación de desplazar a Ramón Azeez, un tanto inseguro en el Martínez Valero. Podría volver al banquillo o luchar por la titularidad con José Ángel Pozo, que sí que tiene unos 'metros' de adelanto para jugar como enganche.

El equipo, por tanto, podría estar formado por Casto bajo palos, con Marco Motta y Nano -que se ausentó una sesión con permiso del club-, en los laterales, y Ximo Navarro y Jorge Morcillo, en el centro de la defensa. El dúo de mediocentros estará formado por Borja Fernández y Joaquín, con Pozo en la función de enganche. Quique González y un Fidel que da ahora una versión más real de su calidad estarían en las bandas, mientras que Kalu Uche se situaría en la punta de ataque.

Irregular, pero arriba

Enfrente un Valladolid un tanto irregular que ve que su objetivo de jugar por ascender a Primera División peligrará, sí o sí, si no consigue los tres puntos en Almería. De todas formas está sujeto a momentos 'bondadosos' a lo largo de la temporada, que le permitieron cumplir con el objetivo de luchar por el ascenso. Nunca ha pisado puestos de ascenso directo, pero en ocho jornadas estuvo en zona de playoff, aunque la última vez que lo pisó fue en la jornada vigésimo tercera. Desde entonces, la irregularidad en los resultados -tres derrotas en seis jornadas- le ha hecho estar a una distancia salvable, pero casi como le ha ocurrido muchas jornadas a la UD Almería, nunca a tiro de una victoria.

Los blanquivioletas, desde ayer en Almería, llegan con el retorno de André Leao al once y puede que con Raúl de Tomás, un delantero centro con mucho gol, en el banquillo, por el hecho de haber estado tres días sin entrenar con el equipo, aunque con muchas opciones de entrar en la segunda parte. Eso hace que Jose Arnáiz se desplace al centro desde su habitual posición en banda, con Mata y Juan Villar en los extremos, dispuestos a conseguir un triunfo que también persigue la UD Almería para vivir más tranquilo y ver más cerca la permanencia.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios