Ideal
UD Almería

El balón parado vuelve a herir de muerte al Almería

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/ J.J. Mullor

  • En un único error defensivo, el Getafe saca petróleo en un saque de esquina para llevarse los tres puntos

Dañina derrota la sufrida por la UD Almería en el Estadio de los Juegos Mediterráneos y puede que no merecida si se colocan en la balanza los méritos de los rojiblancos y del Getafe CF que, sí es cierto, demostró esa capacidad que tiene el equipo de Bordalás para manejar este tipo de partidos donde los nervios del mal necesitado acaban pasando factura.

La ausencia de gol en los primeros minutos, donde sí que es cierto que la UD Almería dispuso de llegadas, jugó en contra de un equipo rojiblanco 'desbordado' por un Getafe que supo interpretar el partido generando ocasiones en la primera parte. El Almería dispuso de posesión a partir de ahí, aunque sin generar ocasiones claras. Y en la segunda parte, las ocasiones locales se fueron difuminando cuando el Getafe comenzó a hacerse dueño del balón con la entrada de Paul Anton, que dio empaque a los suyos.

Jorge Molina, en el 87, sacó partido a lo que tantas veces han sacado renta los rivales del Almería, las acciones a balón parado. Uno de los pocos errores en defensa del Almería, que nace en la cesión de José Ángel mandando el balón a córner, dio pie a la 'sentencia', materializada por el delantero azulón.

De menos a más

El partido comenzó con el Getafe siendo dueño del balón. La presión alta ejercida por los de Bordalás impidió al Almería salir con solvencia hacia campo contrario. En el minuto 13, el cuadro azulón dispuso de la primera ocasión clara del partido, en una acción en la que el ataque 'empujó' a la defensa rojiblanca hacia atrás, Álvaro Jiménez se la puso a Portillo y este a Dani Pacheco. El de Pizarra, solo ante Casto, no acertó a embocar y la mandó fuera.

Esa acción provocó un cambio en el comportamiento de los rojiblancos que, con la asociación de los 'jugones', que fabricaron hasta tres llegadas de las que sólo se pudo sacar un disparo de José Ángel que, tras tocar en un defensor, se marchó a saque de esquina. En el 21, la 'alegría' de Antonio Puertas posibilitó un balón a banda derecha que Ximo Navarro puso al segundo palo y Morcillo remató por encima del larguero.

Tras un inicio en el que el balón era para los de Bordalás fruto de esa presión adelantada, con la línea de retaguardia muy adelantada y que propiciaba el embotellamiento, el Almería tomó poso sobre el terreno de juego para manejar el peso del juego y anular los espacios. El Getafe se sentía incómodo y sin capacidad de sorprender a los rojiblancos, que se acercaban al área azulona. El equipo getafense dio muestras de peligro en dos acciones en los últimos minutos con Jorge Molina como protagonista. El exbético se anticipó, en la primera a Joaquín, y puso el pase atrás para que Dani Pacheco la mandara lejos de la portería. En el último minutos, asistió a Álvaro Jiménez, pero entre Puertas y Joaquín, que despejó de chilena cuando el balón casi entraba, impidió el gol del Getafe.

Corazón y cabeza

La segunda parte comenzó casi como la primera, con el Getafe siendo dueño del balón, pero esa propuesta duró poco para hacerse más de fútbol a la contra. El Almería, a base de mucho corazón, vivió cerca del área getafense. Ximo Navarro, en el 54, tuvo el gol cerca en una balón pasado atrás que el granadino enganchó y Alberto García despejó con apuros. Un minuto después, la acción fue de Puertas, pero de nuevo la defensa azulona cortó el peligro, concretamente con un robo de balón de Cata Díaz sobre Antonio Puertas.

La racha del Getafe no es fruto de un día y sí de su calidad arriba. En el 59, Jorge Molina perdonó el gol, en una grandísima acción de Dani Pacheco, con balón interior para el delantero azulón que la puso en el palo derecho de la meta de Casto. Este, un minuto después, salvó de nuevo el gol, tras un disparo de Pacheco que tocó en un defensor para comprometer al meta pacense, que se estiró lo suficiente para impedir que el Getafe se adelantara.

Con Pozo poco participativo, el Almería movió ficha dando entrada a Chuli y también introduciendo un cambio para asegurar en el centro del campo, sentando a Diamanka, con amarilla, para dar entrada a Fran Vélez. Chuli, al que se le anuló un gol por fuera de juego de Antonio Puertas en el 64, tuvo el gol un minuto después, cuyo disparo se fue al cuerpo de Alberto García.

El Getafe comenzaba a acercarse con peligro al área de una UD Almería que peleaba y conseguía sacar el balón, alejando así de esa parcela al equipo de Bordalás. Quique, a la contra, dispuso de dos ocasiones, la primera por quedarse sin portería, en el 71, y la segunda porque su disparo lo despejó Alberto García, sólo un minuto después.

La indecisión rojiblanca para sacar el balón, ya sin llegada al área getafense, pudo provocar que el partido se desnivelara en su contra. En el 82, en un saque de esquina, Paul Anton, que había entrado para dar más empaque a su centro del campo, buscó el lanzamiento desde lejos y el balón se marchó rozando el larguero en una fase del partido en la que el Getafe estaba más en campo rojiblanco.

Sin embargo, no fue por méritos propios, sino por demérito rojiblanco por lo que marcó el Getafe. La falta de espacios obligó a José Ángel a ceder el balón atrás. Equivocado, el balón se fue a córner. El Getafe se echó arriba, no dejó a nadie atrás. Dani Pacheco la puso para que Jorge Molina, de cabeza, hiriera de muerte al Almería, que sufre un resbalón que hace saltar las alarmas.

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