Más allá del resultado

Sé que Soriano no lee periódicos ni escucha la radio. Al menos, eso es lo que nos dice siempre que puede en sala de prensa. Y le creo. Me cuentan que Unai Emery, ya como futbolista, otorgaba mucha importancia a las críticas que se vertían sobre él y, más tarde, como entrenador, dejó entrever en alguna ocasión que, para su persona, tener a los periodistas de lado era muy importante. No viene mal, de vez en cuando, interesarse por lo que se dice en el entorno del club, aunque todas las posturas son respetables, por supuesto.

Aún sabiendo, como digo, que es probable que no me lea, quiero elogiar al técnico actual del Almería. Rectificar no es fácil. Hacerlo en el mundo del fútbol, cuando sabes que hay hemerotecas recordando tus errores y miles de miradas pendientes de tus actos, menos todavía. Y Soriano lo ha hecho. El técnico inició la temporada con un juego conservador que no le dio resultado. Lejos de morir con sus ideas, ha realizado una metamorfosis que ha llevado a jugadores como Pozo, Puertas, José Ángel o Quique, que no eran titulares en esos primeros choques de liga, a ser piezas fundamentales en un esquema que apuesta por el toque.

Desde esta columna se han cuestionado muchas de las decisiones de Soriano este curso. Creo que, incluso, en la propia sala de prensa se nos ha visto, a los críticos, como enemigos del equipo por el mero hecho de poner en duda ciertos aspectos del juego. Ahora, pido a Soriano todo lo contrario: que mantenga esta filosofía. En Valladolid no se jugó bien, pero se vieron maneras, intenciones, iniciativas. En Sevilla ocurrió algo similar, aunque con mejor fútbol. En ninguna de estas salidas se ganó. Escribo, por tanto, sin estar influenciado por el resultado. Los puntos llegarán si se sigue perfeccionando este estilo. Hay jugadores para ello. Que la falta de victorias lejos de Almería no nos haga volver a lo de antes. Eso sería terrorífico.