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Fernando Soriano mantiene a la UD Almería fuera de los puestos de descenso.
Las prisas cambian de barrio
UD ALMERÍA

Las prisas cambian de barrio

Cinco entrenadores han caído ya en Segunda División en lo que va de temporada

JUANJO AGUILERA

Martes, 29 de noviembre 2016, 00:14

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La UD Almería fue ejemplo de lo que no se debe hacer en la pasada temporada. Cinco técnicos pasaron por su banquillo con tres de ellos sin siquiera haber acabado la primera vuelta, con el objetivo, entonces, de poner al equipo en esa posición para la que había sido creado en pretemporada, que no era otra que la de luchar por los puestos altos de la clasificación. El equipo se salvó con otro 'interino' en el banquillo -en ese primer tramo de la competición, Miguel Rivera duró sólo dos encuentros para sólo sumar un punto, el del empate en Girona, porque perdió con el Elche en el Estadio de los Juegos Mediterráneos-. Fernando Soriano sumó ocho de los últimos doce puntos -la media inglesa-, cuando Sergi Barjuan había sumado siete de 21 y Joan Carrillo se quedó en 6 de 27. Néstor Gorosito, que se 'enganchó' en la décimo novena jornada, sumó 26 de los 60 puntos disputados.

Quiere decir que el cambio de entrenador no suele ser demasiado productivo porque los resultados no han deparado ese cambio drástico que perseguían los 'regidores' con el cambio de entrenador. Todos, salvo el Getafe, viven en una situación un tanto complicada, mirando más a la zona de permanencia como tabla de salvación. El equipo getafense estaba hundido en la etapa de Juan Eduardo Esnáider como responsable técnico y, después de la llegada de Pepe Bordalás, ha pasado de ocupar la vigésimo primera posición a ser ahora quinto en la tabla.

Sin embargo, más que la posición en la tabla, que al final es lo que sirve, son las dinámicas a las que se suele prestar atención para tomar decisiones. Alfonso García, el presidente de la UD Almería, dijo hace unas semanas, concretamente tras el partido disputado frente al Córdoba, que había que actuar con tranquilidad. «Hay que dejarlo tranquilo -en referencia a Fernando Soriano-, que él también está haciendo un aprendizaje como entrenador, que lleva cuatro días, y se ha dado cuenta de cómo, quién y dónde tiene que jugar. Hay que darle ese tiempo, esa pausa, y él también está hablando con los jugadores porque hay que luchar por todos los balones». Y lo cierto es que se ha visto un cambio a mejor para un equipo que, aunque en Valladolid tal vez debió hacer más por conseguir la victoria, volvió a sumar fuera después de dos partidos jugados -en Zaragoza y Sevilla- en blanco.

Comparando con la pasada temporada, el conjunto almeriense se fue al parón navideño como último clasificado con 14 puntos, a cinco de la permanencia. En la actualidad suma cuatro más, 18, con dos jornadas menos disputadas. En el ejercicio anterior, el equipo contabilizaba también 14 puntos después de disputarse la decimosexta jornada, jornada que es la que se ha disputado este pasado fin de semana.

Cambio drástico

La competición deja al aire las virtudes y defectos de los equipos que compiten en la misma, así como el acierto o no de determinadas que no siempre suelen dar un buen resultado. El Almería, como queda dicho, es el club con mayor conocimiento de causa sobre ese efecto de un cambio de técnico.

En el pasado campeonato liguero, el equipo rojiblanco se enganchó a la salvación con Néstor Gorosito, pero sus últimos partidos mostraron un bajón por esa 'manía' de no dar la talla lejos del Estadio de los Juegos Mediterráneos y una dinámica mala en casa, con derrotas frente a Lugo y Nàstic y empates con Mallorca y Alcorcón. La llegada de Soriano, que aceptó la 'patata caliente', permitió al equipo responder para salvarse sumando dos victorias en casa y dos empates fuera, con dos puntos por partido. Sergi Barjuan sumó uno por encuentro, en sus siete citas, Miguel Rivera se quedó con un punto en dos partidos y Joan Carrillo sumó sólo seis puntos sobre 27 posibles.

El actual Almería, con Fernando Soriano, suma poco más de un punto -1,12- por partido disputado. Es una media muy parecida a la que tienen todos los equipos de la categoría que han tirado por la calle de en medio con la destitución.

Sólo el Getafe mejora sustancialmente con la llegada de Pepe Bordalás al banquillo del Coliseo Alfonso Pérez. Con Esnáider, el cuadro azulón sumaba 0,85 puntos por jornada. El técnico argentino se fue con un mal bagaje. Era vigésimo primero en la tabla de clasificación cuando dejó el cargo. Con Bordalás, las cosas han cambiado. La suma es de dos puntos por partido -18 en los nueve partidos que lleva en el cargo- y ahora es quinto clasificado a tres puntos del ascenso directo.

Le sigue el Real Zaragoza, que prescindió de Luis Milla tras la disputa de la undécima jornada, cuando el cuadro de La Romareda iba en caída libre. Gran parte de su estancia fue ocupando puestos de ascenso o de promoción -entre la primera y la séptima jornada no bajó del sexto puesto-, para ir en descenso en las cuatro jornadas siguientes. Con el técnico turolense, el cuadro maño sumaba 13 puntos en 11 partidos -el 39% de los puntos jugados en ese periodo-.

Desde la llegada de Raúl Agné al banquillo del conjunto blanquillo, al que 'resucitó' en su estreno una mala primera parte del Almería en La Romareda, el conjunto aragonés suma 8 puntos en los cinco partidos que lleva disputados hasta ahora o, lo que es lo mismo, 1,6 puntos por jornada celebrada, pero no termina de arrancar porque actualmente ocupa la décima posición. El Real Zaragoza está a seis puntos del ascenso directo y a cuatro del play off.

El tercer equipo en esa clasificación de los cinco que ya llevan dos entrenadores es el Alcorcón, que de los nueve puntos en 9 partidos que conquistó con Cosmin Contra -un 33,3% de los puntos disputados-, ha pasado a acumular un 47% de los puntos disputados en la era Julio Velázquez. El entrenador salmantino debutó frente a la UD Almería y era el vigésimo de la tabla clasificatoria. Ha vivido peligrosamente en cuatro de los siete partidos que lleva en el cargo, con dos semanas fuera de las plazas de descenso, en el que se encuentra en la actualidad, con dos de ventaja sobre esas posiciones que conducen a la categoría de bronce del fútbol español.

El cuarto en la ficticia tabla clasificatoria es el Córdoba, que ayer lunes fue dirigido en la primera sesión semanal por Luis Carrión, entrenador del filial, que milita en Segunda B, tras la destitución de Oltra. Con el valenciano en el banquillo, el cuadro de la ciudad califal ha sumado 19 puntos en 16 partidos o, lo que es lo mismo, un 39% de los puntos disputados, 1,18 por partido celebrado -0,06 más que la UD Almería con Fernando Soriano-.

El Rayo Vallecano es al que peor le salen las cuentas, pero tampoco hay tiempo para el análisis, con sólo dos partidos disputados por los franjirrojos con Rubén Baraja en el cargo, después que el previsto para disputarse el pasado domingo, en el Ciutat de Valencia, quedara suspendido. Su entrada en el cargo llegó en la decimocuarta jornada y sus conquistas dan poca renta al equipo vallecano, que suma uno de los seis puntos jugados. Con José Ramón Sandoval era decimosexto, había sumado el 38,4% de los puntos disputados, con una media de 1,15 puntos sumados en los 13 partidos en los que ocupó el cargo.

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