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UD Almería

UD ALMERÍA | LA CRÓNICA

El Almería está 'vivito y coleando'

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Un lance del partido. / Mullor

  • Los rojiblancos, en otro partido épico, sacan una victoria que vuelve a zona de salvación

A pesar de que no era el objetivo marcado a comienzos de temporada, lo cierto es que las metas las marca el tiempo y no las intenciones. Desde el comienzo, el Almería se ha visto obligado a cambiar el destino por el que luchaba como consecuencia de una temporada tan 'mal llevada' que con ganar y esperar era suficiente. Coincidiendo con la llegada de Soriano al banquillo, los vicios no han desaparecido. Sigue costando 'Dios y ayuda' hacer un gol, pero al Mirandés, al que había que demostrar quién se jugaba más y ganar, se le hizo lo suficiente para conseguir una victoria que permite llegar vivo a la última jornada, 'vestido' de presión, pero vivo, que es de lo que se trataba, porque Almería nunca se rinde.

Ese fue el grito de la afición en las duras, como ahora, en los que están en juego muchas más cosas que la superficial permanencia en la división de plata del fútbol español, porque de lo que no cabe duda es de que el equipo puede hacer lo que quiera, pero su afición, la que acude cada dos jornadas al Estadio de los Juegos Mediterráneos, la que atraviesa España para ver al equipo perder y empatar, porque ganarlo lo ha visto poco fuera, da ejemplo, se deja la garganta gritando «sí se puede» o 'Almería nunca se rinde'.

Y es así después de un triunfo épico ante el Mirandés, que fue dueño del partido en la segunda parte ante un Almería que salió a por la victoria y que tras marcar, por medio de Kalu Uche, en el minuto 8, pudo haber matado el partido, pero careció de acierto en los metros finales.

En la segunda parte, el Mirandés fue más listo, empató por medio de Álex García y tuvo el partido a su merced, incluso para ponerse por delante, pero perdonó. El Almería se creció por casta y Morcillo, en el 79, dio el gol de una victoria que sitúa a los rojiblancos fuera del descenso.

El Almería comenzó el partido dispuesto a a despejar la ansiedad con algún gol y empujó ante el marco defendido por Raúl Fernández, que en pocos minutos sufrió el acoso de los de Fernando Soriano que, en el minuto 4, dispararon por primera vez a portería por medio de Jonathan Zongo, pero el balón salió desviado.

Tenía más balón el cuadro unionista ante un Mirandés que tenía dificultades para controlar la ventaja que, por banda, conseguía tener el conjunto almeriense. En el minuto 8, el Almería forzaba el tercer saque de esquina y ahí se decantaba el partido para los rojiblancos. Lo puso Dubarbier al primer palo y por ahí entraron Esteban Saveljich y Kalu Uche para ser el nigeriano el que consiguió conectar con el balón para meter al Almería en el camino hacia la 'vida'.

El Mirandés no había reaccionado aún, pero poco a poco fue sintiéndose cómodo, con aproximaciones continuas al área del conjunto rojiblanco. La primera acabó en córner y la segunda en anticipación de Esteban Saveljich con caída incluida de Álex García. Pero el Mirandés tenía algo más de llegada y, en el minuto 21, pudo marcar con un disparo cruzado de Alaín Oyarzun que se fue a córner.

Esa ocasión desató un panorama diferente. El Almería dejaba hacer al Mirandés y, en el minuto 24, se desencadenaron una serie de errores que pudieron costar caro a los rojiblancos porque la salida de Casto y el quiebro de Provencio dejó a este solo ante la portería, algo escorado eso sí, para disparar y llegar Saveljich para evitar que el balón, con marchamo de gol, encontrara el destino.

De vez en cuando, el Almería trataba de aprovechar el fútbol de altos quilates de José Ángel Pozo, que en la acción continuada, quebró todo lo posible y su disparo, desde posición escorada, se perdió por el palo contrario, demasiado cruzado.

El juego se durmió, tenía más balón el Mirandés, pero sin hacer daño, porque lo hacía en zona de 'confort' y las llegadas no se producían, por fortuna para la UD Almería. Esta, a la contra, buscaba más tranquilidad. En el 39, la acción a la contra de Jonathan no supo qué hacer con ella y, en el 40, una gran galopada de Sebastián Dubarbier, por la banda izquierda, acabó con centro al segundo palo y Jonathan no fue capaz de definir.

Lo bueno de ese tramo final fue ver al Almería jugando en campo del Mirandés, sin sufrir o sufriendo por no darle sentencia al partido porque Jonathan tuvo otra oportunidad que acabó siendo despejada y Lolo Reyes, tras acción con Ximo Navarro, se encontró la defensa muy encima y su disparo. En el 44, fue el propio Ximo, muy activo y con llegada por la banda derecha, el que buscó el disparo sin la fortuna deseada, cuando expiraba la primera parte.

La segunda parte comenzó con el Almería intentándolo, sin conseguirlo, y el Mirandés con algo más de precisión. Tanto que Álex García lo intentó en dos ocasiones. En la primera no acertó con el disparo y Casto lo atajó, en la segunda puso las tablas y aparecieron los fantasma. Era el minuto 51, todo arrancó con una falta de Jonathan Zongo en la línea de medios, el balón le llegó a Galán y el centro de este al segundo palo lo cabeceó Álex García, que ganó en el salto a Ximo Navarro, puso las tablas.

El Almería acusó el golpe, tanto que el Mirandés estuvo cerca de adelantarse, pero la acción de Néstor Salinas, que se quedó solo ante Casto Espinosa, no acertó y disparó al 'muñeco'. El Almería había perdido el control del partido, el Mirandés estaba más metido y aprovechaba cualquier pérdida para acercarse al área de Casto, aunque le faltaron centímetros para conseguir su objetivo.

El Almería cambió con la entrada de Juan Ramírez, con el que apretó arriba en velocidad, Ramón Azeez asentó en el centro del campo y Chuli más madera. Era cuestión de creer y el Almería creyó. Una falta en la frontal del área fue el paso hacia el delirio. Pozo la puso al segundo palo y Jorge Morcillo, de soberbio testarazo por donde casi no había sitio, puso al Almería con ventaja.

En la recta final, el Mirandés no bajó los brazos, tratando de despedirse con una buena imagen, y el Almería tiró de coraje y de Casto. El cancerbero extremeño salvó a los rojiblancos en dos acciones continuadas. La primera cuando en el minuto 87 Abdón vio la posición adelantada de Casto y buscó el disparo de lejos que el rojiblanco mandó a córner. Sacado por el propio Adbón pudo ser gol olímpico, pero de nuevo el meta extremeño metió la mano para evitarlo. Ahí acabó el partido, porque supo matarlo arriba, lo que no fue capaz de hacer en otras tantas ocasiones. Ahora, el Almería está 'vivito y coleando'.