Ideal
UD Almería

la crónica

El Almería suma un punto con connotaciones

El Almería suma un punto con connotaciones
  • La UD Almería obtiene un empate en un campo difícil donde en el que escaseó el fútbol

El Almería suma un punto en El Sadar que, en otras condiciones, podría tener un mérito incalculable, pero en el momento que vive la UD Almería las victorias no tienen precio. La conquista llega después de un partido en el que mantuvo el puso a un rival que está en la cabeza de la tabla, pero la escasez de pegada, como le sucedió por ejemplo con el Córdoba, le impidió acercarse a la salvación, que se queda a la misma distancia.

Los rojiblancos consiguieron, en los comienzos de cada tiempo que siempre son difíciles con el equipo de Enrique Martín Monreal, atemperar la intensidad rojilla y, a partir de ahí, no sufrir nada más que en un par de ocasiones. Pese a todo, tampoco hizo sufrir muchas veces al conjunto rojillo.

Atemperar la salida

El Almería volvió a insistir con el mismo sistema con el que construyó la victoria de la pasada semana frente al Real Zaragoza y consiguió, con un posicionamiento, impedir que Osasuna pudiese imponer su fútbol brioso de comienzo de partido. Es más, el Almería, a la contra, llegó hasta con tres jugadores a las inmediaciones del área rojilla, aunque faltó acierto en el último pase, primero con un intento de Michel Macedo, que volvía a la titularidad, y luego con Jonathan Zongo.

Osasuna tampoco tenía ocasiones. Sus llegadas estaban controladas por la UD Almería, si bien el peligro comenzaba a acercarse al área de Casto, con el compromiso de la contundencia rojiblanca -ayer con camiseta azul-, era ‘apaciguado’. Aún así, en el minuto 26, Osasuna aprovechó la superioridad, tras un centro de Roberto Torres que cayó al segundo palo, para crear peligro. Nino, en el segundo palo, se la puso a Unai García que disparó a las manos de Casto.

El conjunto rojiblanco se manejaba bien, pese a que había perdido fuelle con el paso de los minutos, pero no tardó en aparecer. Lo hizo en el minuto 33, con una jugada comenzada por él en la línea de medios rojilla. Se la dio a Chuli, que la cedió a Michel Macedo para iniciar el contragolpe. El pase en profundidad del lateral brasileño acabó con disparo de Quique González que se marchó fuera por poco.

Sin fútbol

El fútbol, con la estricta definición y sin entrar en más detalles, se desarrolló en el centro del campo. El Almería intentó salir a la contra, Osasuna, con algo más de llegada, tampoco tenía acierto, carente de fortuna en el último pase, con ambos equipos incomodados por la propuesta del rival, más en esa fase de destruir que de crear y siempre a la espera de alguna ocasión aislada, que no llegó.

De todas formas, en el inicio de la segunda parte, el Almería se echó atrás porque el fútbol de Osasuna obligó a que lo hiciera. En el 54, Nino estuvo cerca, tras un saque de esquina, una jugada embarullada que se la acomodó el veratense y su disparo cruzado se fue fuera por poco.

No había capacidad de llegada, el partido bronco era lo único ‘destacable’. No había acciones brillantes y tanto Enrique Martín como Gorosito, con la necesidad de sumar para ver la clasificación desde la azotea, en caso rojillo, o no desde el sótano para los rojiblancos, buscaron la reacción. En los navarros entraron Kenan Kodro y Olavide y en la UD Almería lo hizo Juan Ramírez por un desdibujado Jonathan Zongo.

Las aproximaciones siguieron sin fructificar en ninguna de las dos áreas. Ninguno tuvo la suficiente capacidad para sorprender a las defensas, bien posicionadas. Empujó un poco más Osasuna, por aquello de jugar en casa, pero ni Nino, ni Kenan Kodro ni Roberto Torres encontraron portería con sus remates, en la cercanía de los 70 minutos de partido. El Almería, con la entrada de Ramírez, buscó desborde, pero todo fueron intentos y sólo en falta, en el 78, se acercó el equipo de Gorosito, tras una falta sobre Chuli que el mediocentro rojiblanco mandó por encima del larguero.

El miedo

A partir de ahí, el miedo a ganar por si pasaba lo contrario puso a ambos equipos con el ‘freno de mano’ echado. Ninguno tuvo oferta para otra cosa por más que se produjeron arreones. Es cierto que el Almería vivió durante los últimos diez minutos en campo de Osasuna y que hasta dispuso de ocasión de gol, que también la tuvieron los de Enrique Martín, en la cabeza de Unai García, que mandó el balón fuera, en el minuto 88. La del Almería fue en el descuento, en una jugada entre Fatau y Quique que acabó el pucelano con disparo al primer palo que detuvo Nauzet.

Y, aunque Roberto Torres, tras una jugada personal, pudo ver portería, el roce en un defensor rojiblanco sacó el balón del campo en la última acción de un partido bronco, con poco fútbol del bueno y con tablas que pueden no satisfacer a ninguno, aunque tampoco ninguno mereció irse con algo más que ‘queso y pan’ en el zurrón. Las tablas firmadas pusieron justicia.