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la crónica

El Almería se 'desangra' en Oviedo

Quique González, con muchos problemas para encontrar espacios, escapa de Peña, con Jonathan Vila saliéndole al cruce.
Quique González, con muchos problemas para encontrar espacios, escapa de Peña, con Jonathan Vila saliéndole al cruce. / LOF
  • Los rojiblancos se vieron superados pronto y no supo remar con el marcador en contra

La UD Almería cierra 2015 con una derrota que no deja sensaciones buenas y sí una jornada más, y van quince, con números lamentables. Los rojiblancos arrancaron el partido con opciones, pero el gol de Toché, en una clara falta de atención de la defensa que permitió que el delantero carbayón pusiera a su equipo por delante y a la UD Almería obligada a remar contracorriente, jugándose la vida sin 'salvavidas' y con el agua al cuello.

Y es que a los rojiblancos les faltaron muchas cosas, puede que hasta ambición cuando el partido se puso cuesta arriba. Porque estuvo en él durante la primera parte. En la segunda, el Real Oviedo tuvo hasta llegadas para haber aumentado diferencias y el Almería cuando buscó el gol lo hizo sin capacidad de convicción y los astures, con ese panorama, si sufrieron tuvieron el 'santo' que tantas veces salvó a los rojiblancos en etapas anteriores. Esteban metió dos manos, una al principio del partido y otra al final, que mantiene abierta la herida.

Buen inicio

El partido comenzó con ambos equipos tratando de tener el balón, con distintas formas. El cuadro local lo hizo con fútbol directo, buscando ganarle las espaldas a los centrales de la UD Almería, que trató de ser vertical y tocando. El acoso rojiblanco fue la tónica general desde el primer minuto, con disparos sin acierto hasta que, en el minuto 5, una acción por banda derecha de Montoro, que llegó hasta la línea de fondo, acabó con centro que Soriano remató y Esteban, con una gran intervención, sacó el balón desde la misma línea de gol.

Al conjunto carbayón le quemaba el balón, con pérdidas continuas que trató de aprovechar el conjunto de Joan Carrillo. No lo hizo y lo de los perdones se materializó muy rápido. En el primer córner, la primera acción a balón parado que siempre penaliza a los rojiblancos, marcó el Oviedo. El balón lo puso en juego Susaeta y Toché, libre de marca, cabeceó al fondo de las mallas.

Comenzó una nueva historia, con un guión similar a la escenificada en cualquier de los catorce partidos que no se han ganado desde el pasado 6 de septiembre. Tocaba remar con el marcador en contra y con un Real Oviedo que reforzaba su 'tesis'. En el 18, un balón de Jon Erice a la espalda de los centrales la aprovechó Toché para encajar a Julián Cuesta que, en esta ocasión, tocó lo justo para desviar a córner.

Tocado

El Almería estaba tocado, pasaba por su peor momento del partido y aunque Quique, en el 19, tuvo ocasión para encarar sin suerte a Esteban, el Oviedo estuvo de nuevo cerca del gol por el desequilibrio en las ayudas que hizo que, en el minuto 21, Susaeta, libre de marca, mandara al larguero un buen servicio de Borja Valle.

El partido entró en una fase sin un dominador claro, pero también es verdad que al Real Oviedo no lo hacía falta otra cosa que la de controlar en defensa y asomarse de vez en cuanto en ataque, en acciones a balón parado. El Almería, por su parte, se mostró exento de acierto en el pase final. En el 26, lo intentó Quique, tras un servicio de Eldin Hadzic, pero Esteban atajó en dos tiempos. En el 30, fue Lolo Reyes el que buscó sorprender desde fuera del área, pero mandó el balón fuera.

Pero el cuadro rojiblanco adolecía de velocidad para romper el rocoso planteamiento defensivo del Oviedo, tras pérdida, y tuvo que buscar el disparo desde fuera del área, sin capacidad para sorprender a un muy seguro Esteban. Por eso, el cuadro de Sergio Egea buscó la sentencia. Pudo conseguirla Toché, en dos veces, pero la del minuto 38 la paró Julián Cuesta y la del 41, tras pase de Toché, acabó lo mismo, sin más hasta después del descanso.

Presencia sin disparos

En la reanudación, el Almería tuvo presencia, haciéndose dueño del balón, pero sin capacidad para imponerse en el área rival, si bien se manejaba con cierta comodidad en la propia para impedir que el Oviedo aprovechara la llegada, aunque cada vez se jugaba menos. El Almería veía cómo los centros morían en el camino y el Oviedo se estrellaba en la defensa, pero jugando a la contra tuvo sus opciones. De hecho, en el 69, pudo haber penalti de Julián Cuesta sobre Aguirre, no sancionado.

El Almería escapó en ese instante y pudo meterse en el partido si Jonathan Zongo, en el 73, hubiese enganchado mejor el centro que le puso José Ángel Pozo desde la banda, pero no lo hizo y el Oviedo siguió 'viviendo' de correr a la contra. En el 78, Dubarbier, que hizo un buen partido, evitó el remate de Toché, que pudo ser el segundo.

Merodeó la sentencia porque, en el 83, fue un fallo en la cesión de Cuéllar que provocó una salida acelerada de Julián Cuesta y el disparo de Aguirre, cuya salida desarboló al equipo por su velocidad, se fue afortunadamente al lateral de la red, esfumándose la opción de matar el partido. El Almería pudo conseguir algo en el 91, pero la falta rematada por Cuéllar de cabeza se marchó fuera, en la última acción de un partido que vuelve a tachar la victoria como una 'misión imposible'.