Cuando un equipo está hecho, como es el caso de la UD Almería, para ganar, sumar un punto ante el penúltimo de la clasificación -por más que tu posición no sea mejor- es sólo sumar 1/3 de los puntos que debiera haber conquistado ante la inmensa mayoría de los rivales a los que se ha enfrentado. Ante el Bilbao Athletic estuvo cerca de hacerlo, pero pecó de temeroso en la primera parte ante un filial que tuvo llegada, pero no acierto, que dispuso de ocasiones, pero no tantas como sentirse perjudicado por el resultado del partido.
En la segunda parte, el Almería creció con la entrada de Fran Vélez, se descorsetó del miedo, pero le ocurrió que le faltó instinto para matar y cuando apareció ya era tarde para lograrlo y así sólo se logra sumar un punto que no sirve para mirar con alegría hacia el futuro. Un partido más, una posibilidad menos.
Miedoso
El Almería sorprendió con el once, con una defensa 'normal' y la vuelta a la disponibilidad de Jonathan Zongo, que no jugaba un partido oficial desde el último de la pasada temporada y que se lesionó en un entrenamiento.
En cuanto al juego, el equipo rojiblanco se precipitó en defensa, lo que provocó que en el primer minuto ya hubiese llegada del Bilbao Athletic, en acción en la que Guarrotxena asistió a Unai López cuyo disparo lo detuvo Casto, en lo que fue el primer aviso de la salida de un filial que buscó el balón para hacerse dueño del partido. Unai López, en el 4, se quedó sin asistido tras un buen centro que, de nuevo, detuvo Casto.
Aunque parecía que el partido estaba en fase de descontrol, sin que ninguno de los dos equipos lograra hacerse con el balón, lo cierto es que la sensación de peligro la tuvo el Bilbao Athletic -que jugó con un 3-4-2-1 que hizo de los laterales casi delanteros y a Unai López la referencia del juego rojiblanco- que, en el 18 y en una contra, pudo hacer el primero. La acción fue en tres toques, el segundo lo puso Etxeberria atrás e Iturraspe la mandó fuera por poco.
Bando en defensa
Por la derecha, Etxeberria fue el puñal que utilizó el equipo de Ziganda, que por la izquierda tuvo a Iriondo, para meter miedo en el cuerpo a un Almería blando en defensa, incapaz de cerrar las vías de escape. Así, en el 20, otro centro del lateral diestro del Bilbao Athletic acabó con despeje de Casto, que impidió el remate del contrario.
El partido era del equipo del 'Cuco' Ziganda, que era dueño de un balón que el Almería, que corría y corría, era incapaz de mantener más de tres pases. En el 24, una falta lateral botada por Unai López lo remató Gorka Santamaría cerquita del palo izquierdo de la meta defendida por Casto que, en el 28, tuvo otra ocasión por medio de Santamaría, que mandó el cabezazo fuera.
El cuadro rojiblanco era incapaz de disputarle el balón al Bilbao Athletic, que llegaba con facilidad al área de los de Joan Carrillo, que tampoco controlaban la línea de rechace, que era para el filial del Athletic.
En el 36, el Almería dispuso de la primera ocasión clara, en una acción entre Fernando Soriano y Lolo Reyes, que acabó con pase para Iago Díaz que encaró a Álex Remiro, que despejó la acción a saque de esquina.
Y eso fue como un aviso porque el Almería vivió más en las cercanías del área del Bilbao Athletic. El Almería empezaba a ganarle la posesión a los 'cachorros', a la par que crecía en el sistema defensivo, con cierta presión arriba que incomodaba a los del 'Cuco' Ziganda. Pero lo cierto es que sólo fueron cinco minutos para tratar de controlar la situación, incontrolada por las pérdidas y que no fue capaz de meterle presión a Álex Remiro, que pasó una primera parte un tanto cómoda.
Otra UD Almería
La segunda parte tuvo un desarrollo diferente. Bien es cierto que el inicio de la misma tuvo un par de llegadas del Bilbao Athletic con disparos que salieron cruzados y otra acción que marcó a Casto, que se fue con una amarilla cuando sólo se habían disputado cuatro minutos por una salida que pudo costar más cara a los ayer jugadores de azul.
Los de Joan Carrillo, sin embargo, cambiaron cuando entró Fran Vélez en lugar de un Fatau algo desacertado en la primera parte. ¿Coincidencia? Sí que es cierto que Quique empezaba a aparecer más arriba y, en el 62, Iago Díaz aprovechó un pase precisamente del delantero pucelano para probar fortuna.
El Almería ganó metros sobre el terreno de juego y la entrada de Chuli, en lugar de Iago Díaz, ubicó a Quique permitió más llegadas de los unionistas, eso sí, sin la fortuna del acierto en el último pase o en el disparo, como le sucedió a Fran Vélez, en el 66, con un balón que salió fuera. En el 77, la UD Almería tuvo la ocasión más clara hasta ese momento. Fue una falta que lanzó Quique desde la línea de medios y Morcillo cabeceó para que Álex Remiro se luciera y enviara el balón a saque de esquina.
Metros ganados
El Almería había ganado metros, había conseguido meter al Bilbao Athletic en su parcela, con miedo a salir e, incluso, temeroso en el pase, que dio opciones de robo para los de Joan Carrillo, que controlaban en defensa e impedían que el filial athletizale jugara con la alegría con la que intervino en la primera parte.
No es mal punto desde el punto de vista de que se volvió a mantener la puerta a cero, que el equipo mejoró con la presencia de Fran Vélez en el doble pivote, pese a ser un jugador de un corte similar al de Fatau, pero, para un equipo hecho para ganar, un punto es un tercio de lo que debería conquistar. La victoria parece algo tan imposible que San Judas Tadeo presentaría la dimisión.
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