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ud almería | la crónica

El Almería de las dos caras saca la mala al final

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/ EFE

  • Los errores en defensa echan por tierra una magnífica primera parte de los rojiblancos

El gol de Thievy, cuando se cumplía la primera media hora de partido, estaba haciendo justicia por lo visto en el Sánchez Pizjuán. El Almería manejaba el partido con buen juego ante un Sevilla que llegaba tarde a la presión, por cuyo motivo era el equipo de Sergi Barjuan el que tenía la 'sartén por el mango'. De hecho, el conjunto rojiblanco mandaba en el marcador y hasta tuvo opciones para haber hecho el segundo, con un gol de Jonathan Zongo al palo. Y ahí se acabó el partido.

Un fallo de Mauro dos Santos, en el despeje, fue una 'puñalada trapera' que provocó que el Almería se desangrara, sin capacidad para tapar la herida. Iborra puso el empate en esa acción y el propio Iborra, poco después, certificó que el Almería estaba 'medio muerto' y el Sevilla cómodo para llevarse la victoria.

No fue malo el arranque de partido para la UD Almería, tratando de ser dueño del balón ante un Sevilla cómodo que mostró pronto la intención de no impacientarse, de hacer el partido largo para tratar de imponerse por calidad al trabajo del conjunto de Sergi Barjuan.

Las primeras aproximaciones, por velocidad, fueron de la UD Almería, con Jonathan Zongo, Thievy y Michel Macedo. El primero fue el autor del 'lanzamiento' inaugural en una acción en la frontal, tras conducción de Thievy, que se marchó a saque de esquina tras tocar en un defensor del conjunto sevillista, en el minuto 6.

La siguiente acción fue de Michel Macedo. Con el Sevilla tratando de circular el balón, el brasileño recuperó el balón en la línea de medios y buscó el área defendida por los de Unai Emery, sin embargo su disparo se marchó fuera de las inmediaciones de la meta defendida por Sergio Rico.

El Almería estaba haciendo bien las cosas. Controlaba el balón cerca del área hispalense y cuando se acercaba a la portería siempre trataba de finalizar jugada, evitando así las posibles acciones a la contra del conjunto de Unai Emery, que sólo tuvo una acción clara, en el 11, en la que Gameiro, en fuera de juego, detuvo el disparo de un Reyes convertido en el creador de peligro.

Durante algunos minutos, el partido estuvo en el centro del campo, con un Sevilla buscando el fallo y un Almería tratando de no cometerlo. En el 24, sin embargo, un balón al espacio de Iborra para Kevin Gameiro puso al Sevilla con opciones de romper la igualdad. El francés, que le ganó la pelea a Mauro dos Santos, disparó y Rubén, con una gran intervención, evitó el peligro.

Sin embargo, el Almería no parecía sufrir, estaba seguro y haciendo las cosas como debía. En el 30 encontró el fruto. Fue una acción por banda izquierda en la que Jonathan Zongo se puso a correr como un descosido, buscó llegar al fondo y puso un centro al segundo palo, superando a los centrales del Sevilla, y Thievy la puso dentro.

El partido fue rojiblanco. Pese a que Gameiro, en el 37, pudo entablar tras centro de Reyes que el francés mandó fuera, el Almería se entendía bien, sobre todo con la actuación de Wellington Silva y Michel Macedo que, en el 38, se acercaron para hacer el segundo. Entre ambos condujeron el balón y el centro del lateral lo puso Thievy para Espinosa que, desde, la frontal la mandó por encima del larguero.

El Almería manejó el balón hasta llegar al final de la primera parte, dominando y haciendo que el fútbol que se viera fuese el de la propuesta rojiblanca.

La segunda parte fue diferente porque el Sevilla dio un paso al frente, buscó la portería de Rubén Martínez con más asiduidad que en la primera parte, aunque con idéntico acierto. En el 48 tuvo una doble ocasión, con Banega primero, que buscó remate y despejó Trujillo, el rechace le cayó a M'Bia que la mandó fuera.

Daba otro aire el equipo de Unai Emery y el Almería, a la contra, pudo hacer el segundo. Se quedó a dos centímetros. La acción fue de Corona, por la derecha, se la puso a Thievy y este, de cabeza, a Jonathan Zongo que remató al palo derecho de la meta de Sergio Rico.

El Sevilla intentó dar un cambio al partido. Emery metió a Trémoulinas por Fernando Navarro, pero el cambio más destacado fue el de dar entrada a Iago Aspas y quitar a Arribas, lo que era una clara demostración de búsqueda de jugadores con llegada.

El Sevilla aparecía con cuentagotas, pero siempre con peligro. M'Bia, en el minuto 60, estuvo cerca del gol, pero su disparo se fue por encima del larguero, mientras que el Almería buscó otra vez el gol, en el 62. La acción fue de Jonathan Zongo, eléctrico por banda izquierda, se la puso a Thievy y el congoleño la mandó abajo y ajustada al palo para que Sergio Rico.

Y no hubo tiempo para que se recordara el refrán del perdón, como la pasada semana. Una acción tonta, con centro de Diogo que Mauro dos Santos no despejó bien, y el balón le cayó a Iborra que sólo tuvo que empujarla.

El Almería fue entonces un flan. Otra indecisión en defensa acabó dándole al Sevilla el gol de la remontada. Había entrado Iago Aspas por banda derecha y su pase, mal despejado, le cayó a Iborra que puso el segundo, en el 70. Y cuatro minutos después hubo que jugar con uno menos por expulsión de Ángel Trujillo.

A partir de ahí, el Almería puso corazón, pero no fue suficiente para superar a un Sevilla crecido, seguro atrás y que no necesitó de pisar más área rojiblanca, aunque llegó con facilidad, ante la vulnerable zaga, en inferioridad desde el minuto 74. Aún así, en el minuto 80, Ramón Azeez ganó en la acción a Vitolo, que le empujó, pero Bikandi no vio nada.

En ataque, el equipo almeriense siguió intentándolo, pero sin el acierto en los metros finales, unas veces porque el centro no llegada, otras porque el remate no iba bien dirigido, para sufrir una derrota que hace que a la UD Almería no le valga la victoria ante el Valencia en la última jornada, todo por culpa de las dos caras, la de la primera sirvió para soñar, la de la segunda para lamentarse.

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