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Édgar Méndez salió en la segunda parte ante el Rayo Vallecano.
«No quedan oportunidades de fallar»
FÚTBOL | UDA

«No quedan oportunidades de fallar»

Calificar de final un partido vienen haciéndolo desde el vestuario rojiblanco en las últimas jornadas y frente al Eibar es la auténtica realidad

JORDI FOLQUÉ

Lunes, 20 de abril 2015, 22:53

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Tanto se repite una frase que cuando sucede puede correr el riesgo de que ya no se crea. Como en el cuento del lobo. Así lleva el Almería desde hace algunas jornadas ya. Bastantes se podría decir. La palabra final se la han puesto en la boca durante muchas ocasiones a lo largo de esta segunda vuelta. Cierto es que, tras la cita ante el Eibar del próximo domingo (17.00 horas), quedarán cinco partidos por jugar o, lo que es lo mismo, 15 puntos en juego. Como también lo es que el margen de error (tras cometer tantos) se estrecha y se quedan sin más opciones de fallo. Pensando o no en la sanción de la FIFA (retirada de tres puntos), en el vestuario de la UDA saben que el choque ante los armeros determinará si los de Sergi Barjuan tienen opciones (y sensaciones) reales de permanencia o, por el contrario, la victoria ante el Granada no fue más que un espejismo y el haberse encontrado con un equipo que está en peor situación que los almerienses en ese momento.

Tras caer ante el Rayo Vallecano el domingo, este lunes fue Édgar Méndez el que tuvo que dar la cara. No fue titular en Vallecas, aunque sí dispuso de unos minutos. Ante el Granada se quedó en la grada por decisión técnica (castigo). Pero este lunes, en el inicio de lo que puede considerarse como la semana más importante de la temporada, le tocó hablar en nombre de todo el vestuario. Cosas del fútbol y de los turnos de palabra de una plantilla.

Sus palabras tuvieron un estilo directo y optimista. Siendo realista con la situación que vive el equipo. También con lo que se juegan en el futuro más próximo. Un partido que marcará (por sensaciones) si el mañana se puede mirar con optimismo o ya se quedarán de brazos caídos. Sabiendo que el calendario les deja que se jueguen toda la temporada en los partidos que restan en el Estadio de los Juegos Mediterráneos. El lugar en el que peor le han ido las cosas este ejercicio pero que, a estas alturas, es a lo que deben agarrarse. Todo lo contrario con el rival más directo (Deportivo) que tiene el doble de compromisos a domicilio que en Riazor. A todo hay que agarrarse a estas alturas de competición.

«Dependemos de nosotros»

Agarrándose a la clasificación que dicta que están fuera del descenso empatados a puntos con el Deportivo, el extremo canario aseguró que el Almería no tiene que mirar a ningún rival. Que si hacen su trabajo lograrán el premio de estar una campaña más en la elite del fútbol español. «Soy de los que piensa que dependemos de nosotros mismos. Sacando los partidos de casa y con hacer buenos partidos fuera, creo que nos mantenemos. Por eso no creo que tengamos presión». Para Édgar la presión es otra cosa muy distinta y no teniendo en su propio feudo la clave para lograr la salvación.

Después de este grado de optimismo, metió la directa. Para poner a todos en alerta (por si hay todavía algún despistado) de lo que se juega el equipo el domingo. «No hay más oportunidades», apuntó. Para argumentar que se recibe a un «rival directo como el Eibar, que viene con tres puntos más (sin contar con la sanción de FIFA) y con el golaverage ganado (5-2 en la primera vuelta) porque fue un resultado abultado en su campo. Tenemos que salir a tope como contra el Granada. Jugamos en casa. Es una final y tenemos que ganar». Ni más ni menos.

Puso la clave para poder lograr el triunfo. Quizás, en su subconsciente todavía estaba lo que no hicieron en Vallecas ante el Rayo. Pese a lo dicho durante la semana, se dieron cuenta que había comenzado el choque en el minuto 30 con el marcador ya en contra. Un aspecto que les puede condenar, otra vez más, esta vez ante el cuadro armero. «Ante el Eibar no podemos dejarles ni que piensen desde el minuto 1». La duda es si lo lograrán.

Será el primero de los cuatro partidos que restan por disputarse en el Estadio de los Juegos Mediterráneos antes de que finalice la actual temporada. El equipo de Garitano cuenta con 31 puntos. Después de haber hecho tan solo cuatro en la segunda vuelta. Una victoria y un empate llevan desde el ecuador del campeonato. Meterles más miedo en el cuerpo debe ser el objetivo. «Tenemos que ganar para que no tomen ventaja», destacó.

Deportivo

Insistiendo una y otra vez en el hecho de que el Almería depende de lo que haga, sí que admitió que la clasificación, el calendario y las sensaciones hacen que el objetivo marcado en el vestuario se llama Deportivo de La Coruña para poder darle caza. Los gallegos tienen cuatro partidos fuera por dos en Riazor. «La permanencia pasa por los partidos de casa. No porque queden ahora pocos partidos. Tenemos una oportunidad muy buena para sacar ventaja sobre el resto que están como nosotros luchando por evitar el descenso. El Deportivo tiene un calendario difícil».

Por si no se le había escuchado en la sala de prensa, recordó por cuarta vez que «el objetivo somos nosotros». Si la UDA falla, adiós. De ahí que no vea más que los 12 puntos que restan en Almería. «Sumar el mayor número de puntos posibles en casa. Es cierto que les tenemos el golaverage ganado y es un equipo que está por debajo nuestra (sin contar sanción de FIFA) y todo lo que sea que no sumen ellos es bueno para nosotros».

El calendario puede permitir a la UDA medirse en casa ante dos equipos que no se jueguen nada. Celta y Málaga llegarán a Almería sabiendo si Europa depende solamente del Barcelona (que gane la Copa del Rey ante el Athletic de Bilbao) o depende de sus propias opciones. Una circunstancia que también tendrán otros equipos que pelean por evitar el descenso. Para Édgar, aunque no se jueguen nada en lo colectivo, «los jugadores de todos los equipos saldrán a ganar porque querrán lo mejor para ellos. Los estarán viendo gente de otros equipos y no se dejarán nada». Eso sí, no esconde que al «no jugarse nada, es cierto que pueden salir un poco más relajados».

Y a nivel personal, con Sergi ha vivido las tres condiciones de un jugador. Titular, fuera de la convocatoria y suplente. Casi lo que está viviendo a lo largo de la temporada. «Es cierto que no se puede estar siempre al 100%. Empecé muy bien y después caí un poco en el ritmo. Ahora me encuentro bastante mejor y creo que, trabajando, aprovecharé lo poco que me está dando el míster (Sergi Barjuan) para demostrarle que puedo estar». Quedan seis jornadas para reivindicarse. Las que le quedan al equipo para hacer lo propio y estar un año más en la elite del fútbol español.

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