Francisco fue cesado de su cargo de entrenador de la UDA en la madrugada del lunes al martes. Tras perder por 5-2 ante el Eibar, el presidente (que se encontraba en Águilas) y el responsable deportivo, que sí estaba en Bilbao, tuvieron varias conversaciones telefónicas. Hasta que decidieron «ya de madrugada» que el único camino era el de «cambiar al entrenador». Así se expresó ayer Andrés Fernández, el miembro del área deportivo que tuvo que dar la cara ante la prensa después de un entrenamiento que se desarrolló bajo la supervisión de Sergio Pardo, preparador físico de la primera plantilla de la entidad rojiblanca.
Pero la comunicación al hasta ayer técnico de la UDA no se la dijeron en el momento que Alfonso García tomó la decisión. Ni tan siquiera fue el propio presidente del club el que habló con Francisco. El equipo regresó de Bilbao en vuelo chárter llegando a Almería casi a las 12.00 horas. Cuando llegaron al Estadio de los Juegos Mediterráneos fue el propio Andrés Fernández el que le comunicó que ya no podía dirigir el entrenamiento porque dejaba de ser el responsable técnico de la primera plantilla. Terminaba, por tanto, una vinculación que, en los banquillos, ha llevado al almeriense a dirigir desde el cadete al primer equipo pasando por el filial.
Pese a que haya sido el entrenador que más partidos ha dirigido al club en la Liga BBVA, la comunicación le correspondió hacerla a un empleado y no a ningún directivo. Quizás, por ello, Fernández aseguró que fue «muy difícil y dolorosa, de manera especial para mí. Es una persona de club que lleva muchos años en la entidad, primero como jugador y luego como entrenador, tanto del filial como del primer equipo».
Los malos resultados en las últimas semanas (1 punto de 21) han sido los causantes de un cese para el que no hubo ningún ultimátum previo. Ningún ‘aviso’ de que su cargo corría peligro. Ni tan siquiera, como sí lo hubo la pasada temporada, una posible demostración de que el cambio en el banquillo se produciría si los resultados no acompañaban. Todo se desencadenó tras «el peor partido» de la temporada. La abultada derrota en Éibar propició que el presidente tomara la decisión viendo la dinámica en la que se estaba metiendo el equipo almeriense. «En Éibar jugamos el peor partido de la temporada, lo que unido a que el equipo está atravesando su peor trayectoria en el campeonato y se encuentra en línea descendente, ha motivado el cese del técnico», confirmó un Andrés Fernández que se ‘estrenaba’ en estas decisiones.