Edición

Borrar
El delantero nigeriano del Villarreal Uche (i) es felicitado por Costa (c) tras marcar ante el Almería
Entre unos y otros, la casa sin barrer
FÚTBOL

Entre unos y otros, la casa sin barrer

A la UD Almería le sobran sus errores y los clamorosos de Clos Gómez para hacer sufrir al Villarreal y continúa su 'purgatorio' en El Madrigal

JUANJO AGUILERA

Sábado, 18 de octubre 2014, 22:46

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

No pudo ser. El Madrigal sigue siendo un estadio maldito para la UD Almería. Al equipo de Francisco no le salieron las cosas tal y como pensaba y había planteado, pese a que había predicado que la ausencia de errores le podría abrir el camino hacia la obtención de un buen resultado en Villarreal. Pero los errores, los propios y los ajenos, sentenciaron al equipo de Francisco ante un potente Villarreal.

El cuadro almeriense no generó demasiado peligro en El Madrigal y eso es un 'seguro de vida' si el que está enfrente es un equipo con pegada como el que dirige el asturiano Marcelino García Toral. El primer error cometido por los rojiblancos fue no terminar jugadas -a decir verdad, algunas concluyeron- y eso lo aprovechó el 'submarino' para salir a flote en cuanto tuvo la primera oportunidad. La primera contra rápida dio pie a que Uche marcara en el minuto 22 y ya 'miel sobre hojuelas'.

La UD Almería tuvo más errores. No solo ese. No acertó a pisar área con cierta solvencia para crear problemas al conjunto de Marcelino García Toral, careció de la creación necesaria para hacer sufrir al Villarreal, sobre todo a raíz del gol encajado que echó por tierra el planteamiento.

Y puede que no influyera en el resultado del partido, pero el aragonés Clos Gómez se 'tragó' un penalti a Fernando Soriano, dos minutos antes del gol del Villarreal -en clamoroso fuera de juego- y seis minutos después a Édgar Méndez, que había superado a Mario Gaspar, pero no pudo con Bruno Soriano, que cortó la carrera del tinerfeño de la manera que pudo, y no fue ni mucho menos reglamentaria. También puede que se 'tragara' una roja sobre Rubén cuando derribó a Cheryshev, que le había encarado cuando estaba en solitario en las cercanías del área.

El premio sin merecerlo

El Villarreal enseñó, de salida, su propósito, que no era otro que el de ser el dueño del balón, sin dejar espacios, sabedor del peligro que los rojiblancos tienen en el fútbol a la contra. Aseado en defensa, el equipo de Francisco trató de mantener a raya al conjunto castellonense. Lo consiguió en el centro del campo, donde casi anuló al conjunto amarillo, que sin embargo buscó el fútbol rápido por banda para sorprender a los rojiblancos. En el minuto 7 tuvo la primera ocasión en una entrada por banda de Cani que acabó con centro para que Moi Gómez disparara y Rubén despejara; Giovani dos Santos, en fuera de juego, no dio continuidad válida a la jugada.

El Almería estaba consiguiendo frenar a un Villarreal muy rápido, con transiciones a gran velocidad. Los rojiblancos, bien posicionados, obligaban al 'submarino' a que sus hombres estuvieran constantemente cambiando su posición para buscar los espacios por los que tratar de sorprender a los de Francisco que, en el 16, tuvieron el primer acercamiento claro en un balón colgado por Sebastián Dubarbier al área al que se adelantó Sergio Asenjo cuando Hemed buscaba un remate similar al que le valió para marcar ante el Elche.

Sin que llegara el Villarreal con claridad, en el 18 pudo llegar el primer gol del partido y para los rojiblancos. Una falta fuera del área la puso en movimiento Verza para Ximo Navarro que buscó portería y estuvo cerca de sorprender a Sergio Asenjo, que intervino para despejar a saque de esquina.

El Almería parecía estar buscando el gol que le diera ventaja, pero sucedió lo contrario. Lo de los descuidos que hablaban durante la semana los jugadores de la UD Almería se concretó en el minuto 22, en una acción que comenzó por banda izquierda con pase de Cani sobre Mario Gaspar, que la puso con la derecha entre los tres palos, despejó Rubén y Uche, en posición de 'palomero', la introdujo en el fondo de las mallas rojiblancas.

Morir o matar

Estaba pasando lo que tenía que pasar porque se imponía la calidad del equipo castellonense, que apenas si dejó opciones de ataque a los de Francisco, más activos antes del gol que después. En defensa, lo que propuso el Villarreal fue trabajo intensivo. Rubén, en el 30, atajó una acción a balón parado con disparo de Giovani dos Santos y, en el 31, fue Mauro dos Santos el que metió la pierna lo justo para evitar el disparo de Uche.

La UD Almería no le perdió la cara al partido, con una buena aportación de los defensas para desbaratar la propuesta amarilla, buscó el disparo desde cualquier lugar para mantenerse vivo y Édgar Méndez, en el 40, lo buscó desde lejos para provocar el lucimiento de Sergio Asenjo, que despejó el balón fuera de su área y que, en el 42, tuvo que intervenir para quitarle hierro al último centro de esa primera mitad, ejecutado por Verza.

El inicio de la segunda parte fue 'soso' en sus inicios. El Almería, obligado a dar un paso al frente, se enfrentó a un Villarreal replegado que trataría de buscar el juego a la contra con la intención de sorprender al conjunto almeriense. Debió haber antes de la sentencia otra 'sentencia' en el área del Villarreal, en un agarrón sobre Fernando Soriano no señalado por Clos Gómez y, un minuto después, en el 59, Uche marcó en claro fuera de juego. Su primer intento lo sacó Rubén, pero el segundo ya tenía al meta rojiblanco dentro de la portería. Pese a la clamorosa posición en fuera de juego, Clos Gómez no se complicó dando la 'razón' al que más tiene en las arcas.

Pero no fue la única porque en el 65 se 'comió' otro claro penalti de Bruno sobre Édgar, cuando este encaró al mediocentro castellonense al entrar en el área y haber superado a Mario Gaspar.

Con tanto por delante, las sensaciones no dieron para pensar en algo más. Cheryshev, que se quedó solo ante Rubén, en el 74, buscó, cayó y el meta pudo ver la roja, el Villarreal hizo poco más. El Almería siguió intentándolo, pero no tuvo suerte. Corona, que había entrado por Ramón Azeez, buscó acortar distancias en el minuto 79, pero su disparo desde la frontal cruzado se marchó fuera.

El crono siguió avanzando, el Villarreal tocando y el Almería buscando. Las agujas corrieron a favor de quien tocó y en contra de quien buscó. Lo cierto es que, entre unos y otros, la casa sin barrer. El Almería sigue teniendo en El Madrigal a uno de sus campos malditos, pero para quitar la maldición habrá que hacer -con mayúsculas- algo más.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios