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El Granada se ha adaptado por la vía rápida a Segunda División

El Granada se ha adaptado por la vía rápida a Segunda División

Una forma de jugar propia de Segunda para volver cuanto antes a Primera; esa es la fórmula utilizada por los nazaríes que, de momento, les está funcionando

JAVIER GÓMEZ GRANADOS

ALMERÍA

Jueves, 1 de enero 1970

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El Granada no quiere permanecer mucho tiempo en Segunda División. Su único objetivo, declarado y no disimulado, es el retorno a Primera. De momento están en la línea, situados en tercera posición y con aspiraciones de permanecer en la lucha por el ascenso directo hasta el final.

Para ello han confeccionado una plantilla potente que, hasta la fecha, ha mostrado su fortaleza, especialmente en su estadio, donde no únicamente han cedido un empate en cinco partidos, sumando tres puntos en cada uno de los restantes.

Diego Martínez es el técnico encargado de la misión de retornar a Primera. Este joven gallego tiene claro el modo de jugar de su equipo, muy agresivo en Los Cármenes, con rápidas transiciones y presión asfixiante. Establecen un nivel de intensidad en el juego muy alto y lo mantienen durante los noventa minutos. Incluso, con el marcador a favor, se muestran cómodos en el contragolpe, contando con hombres veloces y de buena calidad.

En ataque tienen una amplia nómina de buenos futbolistas. Todos ellos han jugado minutos pero los que más protagonismo están teniendo en este primer tramo de competición son Adri Ramos y el almeriense Antonio Puertas, que suma seis goles. También Vadillo, Pozo o Fede Vico están contando con minutos. Mucho menos cuenta otro exrojiblanco, Rodri Ríos (ha marcado un tanto) así como Erik Expósito.

Esquema 4-2-3-1

Con un dibujo 4-2-3-1, la línea de tres, muy creativa, suele contar con el almeriense Puertas en el eje central, aprovechando su facilidad para la llegada al área, su visión de juego y calidad en el pase. En los costados, Vadillo o Fede Vico son los habituales. Especialmente el primero, un extremo de los de toda la vida. Incluso el propio Antonio Puertas, como ocurriera en su etapa en la UD Almería, también puede jugar caído al costado siempre que Fede Vico o Pozo ocupen su posición en la mediapunta.

Diego Martínez apuesta por un doble pivote fuerte que dé equilibrio al juego nazarí. Para ello cuenta con Fede San Emeterio y Montoro. El primero, destructivo. El segundo -viejo conocido de la afición almeriense a la que no dejó buen recuerdo- de calidad y visión.

Una de las fortalezas del Granada es la defensa. En su estadio sólo han encajado tres tantos, gracias a una coordinación, intensidad e implicación extraordinaria. En los laterales los habituales son Víctor Díaz y Álex Martínez, ambos con gran capacidad defensiva y vocación ofensiva.

La libertad que les otorga jugar en Los Cármenes les hace convertirse en puñales por los costados. Con ellos, el esquema nazarí se dibuja muy abierto, especialmente en casa, aumentando la peligrosidad para el rival aunque, todo sea dicho, abriendo también espacios atrás para aquellos que puedan aprovecharlos.

En el centro de la zaga el líder es Germán. Con casi un metro noventa de altura se muestra rocoso, duro y muy disciplinado. Es el que manda en la retaguardia y a él le siguen todos sus compañeros. El segundo puesto de central varía, según las circunstancias, pero no hay ninguno que se pueda considerar, como en el caso de Germán, titular indiscutible. Lo que sí es seguro es que, sea quien sea, la defensa granadina es muy difícil de superar por su alto nivel de intensidad y concentración.

Finalmente, la portería pertenece al portugués Rui Silva. Con buenas cualidades por alto y velocidad de movimientos, se ha ganado ser el titular absoluto en esa demarcación. Su coordinación con la zaga, además, es total.

El Granada CF se ha adaptado rápidamente a las características de la Segunda División, donde militó durante muchos años, sin dejarse llevar por los recientes recuerdos de su etapa dorada en Primera. Saben que para volver a estar con los mejores hay que pelear con armas de Segunda. En ello están y, de momento, con muy buena pinta. Especialmente en sus partidos de casa en los que los rivales aún no han encontrado la fórmula para hacerles hincar la rodilla. Sin duda, pues, una prueba de fuego para la nueva UD Almería de Fran Fernández.

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