El Almería cae ante el Alcorcón

Es el objetivo prioritario de ambos equipos. No hay más hasta dentro de dos semanas. Pasar la Nochebuena y la Nochevieja en mitad de la tabla clasificatoria permitiría comer los polvorones y las uvas con la tranquilidad de haber hecho, si el objetivo es la permanencia, la mitad del trabajo hecho cuando queda una jornada todavía para llegar al ecuador de la competición. Eso ya será en el nuevo año. En un 2018 al que todos aspiran a que sea mejor que este 2017. Pensamiento en una UDA que ha estado demasiado tiempo coqueteando con el pozo y, ahora, puede poner distancia y ver que no todo es tan negro en cuanto a puntos. Para ello, una segunda victoria consecutiva. Un segundo triunfo a domicilio. Terminar de la misma manera que se empezó el curso en Tarragona. Algunas similitudes con hechos ya ocurridos. En otros casos, probar sensaciones nuevas. Más o menos, como tocarle un décimo después de años intentando y no logrando nunca el premio más importante. Pero, para ello, hay que jugar y hacer méritos para que la suerte toca. Ya se dice que 'la suerte para el que la trabaja'.

Y trabajo deberá haber esta noche en Santo Domingo. Pocos campos hay en el que se decida todo por un pequeño detalle como en el del Alcorcón. Tanto es así que es el recinto, de toda la Liga 1|2|3 en el que menos goles se han visto en el presente ejercicio. 13 (7 Alcorcón-6 visitantes) han podido presenciar los espectadores que se han dado cita o lo han podido observar por televisión. Números que han dado cinco empates por dos triunfos locales y otros tantos visitantes. De ahí que se considere un campo difícil para ganar, pero no para puntuar. Un dato más para explicar que una victoria, de cualquiera de los dos, sería como el Gordo por lo inusual que está siendo en este ejercicio.

Los alfareros han logrado lo mismo en su feudo que a domicilio. Todo lo contrario que un Almería que ha sumado 17 puntos como local por tan solo cinco como visitante. Y eso que el curso lo empezó sumando tres en Tarragona. Pero de eso hace ya mucho tiempo. Como lo es que el entrenador que esté en el banquillo rojiblanco tenga a toda la plantilla disponible. Al igual que sucediera la pasada jornada, Lucas Alcaraz ha tenido que tirar del filial por la plaga de lesiones (siguen los mismos seis de hace seis días) y si ante el Córdoba tenía un sancionado (Rubén Alcaraz), ahora también tiene el mismo número (Joaquín).

No se prevé que haya muchos cambios. Si los hay, en el propio centro del campo. La presencia del catalán es prácticamente segura. Su acompañante, de estar bien físicamente y pueda durar más de una hora, será Verza. El sacrificado sería Mandi. Es decir, volver a la idea primaria del preparador granadino que entiende que ambos pueden darle al equipo una mayor consistencia para el juego que desea.

Por lo demás, si hay cambios sería 'jugársela'. Principalmente por el hecho de que no pueden estar menos de siete componentes del primer equipo sobre el terreno de juego. Frente al Córdoba lo 'toreó' poniendo, a la misma vez, dos jugadores del filial en el terreno de juego. Así se evitaba mayores problemas. Es decir, en el banquillo estarían, de la primera plantilla, Trujillo y Mandi. Sin contar a Fernando, guardameta suplente de René en la UDA.

El resto, como hace una semana, jugadores del filial para completar la convocatoria y esperar su oportunidad, siempre pensando que los cambios están supeditados a la normativa referida de fichas profesionales. Un hecho que perjudicó en la pasada jornada a Gaspar y Álex Corredera. El cambiado fue el segundo, para dar entrada a Pervis (también del filial), pero provocó que el manchego tuviera que cambiar de banda, cuando estaba siendo de los mejor de la UDA.

Salvo cambio radical de pensamiento y de esquema, las bandas seguirán siendo las mismas. Entre ambos, un Pozo que ha estado esta semana en boca de todos por el interés del Barça B por hacerse con sus servicios. No solamente el cuadro azulgrana está interesado. También otros equipos a los que el jugador ha sido ofrecido. Curiosamente, desde que ha subido el nivel y podría jugar, de esta manera, su último partido como rojiblanco tras dos años y medio desde que llegara del Manchester City.

Delante, Juan Muñoz. Porque no hay otro. La aportación del sevillano, único gol incluido, está siendo muy deficitaria. Lucas Alcaraz lo ha cambiado en los dos últimos partidos. Se podría entender frente al Córdoba, porque el equipo iba ganando y era para perder tiempo además de poner un central (Trujillo). Pero contra el Granada, en el último desplazamiento, la UDA perdía y el granadino dijo que «no estaba aportando soluciones». Las que hoy sí serán necesarias para que toque el Gordo y se llegue a los 25.