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Rubén Alcaraz conduce el balón con decisión, aspecto clave para la cita de hoy. J. J. AGUILERA
En directo, desde los Juegos Mediterráneos
UD ALMERÍA

En directo, desde los Juegos Mediterráneos

UD Almería y Nàstic no quieren tenerlo, pero sí utilizarlo para sumar una victoria importante

JUANJO AGUILERA

ALMERÍA

Sábado, 13 de enero 2018, 01:14

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Tener el balón es lo de menos. En el fútbol actual, y en el de antes, lo que importa son los puntos. Si pasa como le sucede a UD Almería y Nàstic, que tienen entre ceja y ceja escapar de la zona de conflicto para situarse en otra más confortable, importa más el final del camino que cómo se realice el recorrido, son vitales los triunfos en una Liga donde las conquistas fuera son complicadas de lograr, no sólo para la UD Almería, sino para todos los equipos, pero en este caso 'salvaguardar' lo que hay en casa es una situación obligada. De todas formas, que nadie olvide que este Nàstic que visita hoy el Estadio de los Juegos Mediterráneos no será un rival fácil. Diferente al de la primera vuelta, aquel equipo que sirvió para, en teoría, despedir los fantasmas del pasado de la UD Almería -nada ha cambiado y se sigue siendo presa de la incapacidad para dar 'puntadas con hilo' fuera de casa-, es un rival complicado, sobre todo cuando le toca jugar fuera, donde suma más que en el Nou Estadi (14 por 10) y ante rivales complicados como Valladolid, Numancia y Rayo.

Lo cierto es que ambos equipos llevan vidas casi paralelas, sólo con la diferencia del escenario. Uno es capaz de hacer buenos números en casa y el otro los hace fuera. Como local, el Almería suma cuatro victorias consecutivas, y como visitante, el Nàstic de Tarragona lleva cuatro en cinco partidos, sólo rota por la derrota en Lugo. Los dos quieren los puntos para salir de la zona de descenso y los dos miran de reojo a las bajas. Sí que es cierto que el Almería tiene más problemas que el cuadro de Rodri. El Almería llega con los problemas que suponen la indisponibilidad de jugadores fijos como Jorge Morcillo, Marco Motta, Tino Costa o Lucien Owona, mientras el Nàstic los tiene con sus dos laterales titulares, los sancionados Kakabadze y Abraham Minero, así como con otros lesionados como Ike Uche, Sergio Tejera o Stephane Emaná.

Sin excusas

El Almería, aunque tiene lesiones que pueden ser adoptadas como excusas, su técnico no las pone. Así es Lucas Alcaraz, que aunque hable de lo insólito de una situación que habla de cada vez más problemas de efectivos, sí que es verdad que hay recuperaciones como la de Fran Rodríguez, necesaria teniendo en cuenta que el equipo se 'descabalga' por la ausencia de Marco Motta, más allá de que haya quedado marcado por ver cartulinas amarillas en los minutos 2 de los dos últimos partidos jugados en casa, que sin duda puede debilitar su rendimiento.

Con sus años de trabajo, seguro que saca un once tan competitivo como el que ha ganado sus últimos cuatro partidos en casa -el primero ganado bajo la batuta de Fran Fernández-, mostrándose además como un equipo sólido atrás que no los ha encajado en tres de esas citas. Es fruto de una intensidad en el trabajo de la que ya habló Nano durante esta semana. Aunque esta no se refleja a domicilio o no da el resultado esperado, el espacio donde se juega la cita de hoy es el Estadio de los Juegos Mediterráneos donde debería imponerse la sinergia.

Claro está que esto es fútbol y lo practican dos equipos que son antagonistas en su comportamiento para coincidir ahora donde mejor se desenvuelven. El Nàstic suma catorce puntos a domicilio, con la suma de 12 puntos de los últimos 15 que disputó lejos de 'su' Nou Estadi, donde ha perdido seis de los diez partidos disputados hasta ahora. Pero ahora se muestra a gusto cuando 'viaja'. Así, ha ganado al Córdoba (1-5), Real Valladolid (0-3), CD Numancia (1-2) y Rayo Vallecano (2-3).

Con todos esos alicientes, para ambos equipos está la ocasión de ganar y despegarse de la zona de conflicto. Sumar 28 puntos, para los rojiblancos, sería un salto de 'cantidad' y calidad, sobre todo esto último si se tienen en cuenta los inconvenientes, pero lo cierto es que sería darle un valor añadido al gran trabajo que viene realizando Lucas Alcaraz y su cuerpo técnico cada semana. En el Nàstic, el triunfo daría alas, igualmente. Con un punto menos, pero también un partido más por jugar -el próximo 18 de enero visita a Osasuna por aquel partido atrasado por la nieve-, el triunfo será aire, también teniendo en cuenta los impedimentos con los que trabaja su técnico.

Con qué caras

El Almería apunta a jugar con un once donde habrá novedad en el centro de la defensa. La ausencia de Morcillo puede motivar una dupla de centrales formada por Trujillo, rescatado por Lucas Alcaraz la pasada semana para verle realizar un gran partido, y Joaquín, que se vio obligado, ante el Lugo, a retrasar su posición ante la lesión del valenciano.

La duda está en la banda derecha. Por ahí puede aparecer Fran Rodríguez, pero también Antonio Navas. El ejidense se ha mostrado con el filial como un defensa serio, ordenado y lo mismo tiene la ocasión de ser el sustituto de Motta. Nano las tiene todas para ser el lateral zurdo, por delante de una portería bien guardada por René Román.

El centro del campo apunta a ser parecido al de la pasada semana, sólo que con el cambio de Mandi por Joaquín, como acompañantes de Verza y Rubén Alcaraz, mientras por delante aparecerían los mismos tres de la pasada semana, Fidel, Pozo y Juan Muñoz para un partido donde el Almería jugará a hacer lo que mejor sabe, guardarse y buscar las espaldas de un rival que juega a lo mismo y que se siente más cómodo sin balón que con él.

Complicado

El Nàstic llegó ayer a Almería, trabajó por la tarde, y lo hace con bajas importantes que harán que el equipo tenga que reestructurarse un poco, si bien es cierto que Rodri ya dejó claro el jueves su intención de no hacer muchas variaciones. Sí que Suzuki puede aparecer por la derecha y Javi Jiménez por la izquierda, con Perone y Molina, en el centro .

Rodri viajó con 19 jugadores, entre los que figuran dos de las últimas incorporaciones, Dumitru y Álvaro Vázquez, el primero llegado del Alcorcón y el segundo del Espanyol.

Lo cierto es que es un equipo cómodo sin balón, que se suele hacer fuerte con el paso de los minutos, con muchos de esos goles en el último cuarto de hora.

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